jueves, 19 de agosto de 2010

Plaza Ñuñoa, un estilo de vida.



Históricamente la importancia de una plaza radica en que es el lugar de encuentro de la gente, un punto de referencia y lugar de socialización. Con el pasar del tiempo, los cambios en la forma de vida y las nuevas formas de comunicación que han aparecido con la tecnología, muchos de estos lugares de reunión han perdido su importancia, pero no es el caso de Plaza Ñuñoa.

Ubicada a la altura del 3350 de Av. Irarrázaval, la cual la atraviesa, su perímetro consiste en las calles Manuel de Salas, Jorge Washington, Dublé Almeida, Doctor Johow. Plaza Ñuñoa es un lugar que tiene vida a lo largo de todo el día. Durante las mañanas y tardes es común ver a gente de tercera edad caminando por la plaza, la cual gracias a la gestión del municipio está bien mantenida, y escolares ya que alrededor de la plaza se encuentran varios colegios y preuniversitarios por lo que la plaza se hace un lugar idóneo para juntarse después de clases. El mayor atractivo y una de las características de Plaza Ñuñoa es su vida nocturna, tiene una gran oferta gastronómica, cultural y muchos lugares de entretención que hacen de esta plaza uno de los centros neurálgicos de la vida bohemia santiaguina.

Un lugar tranquilo, donde se puede caminar sin estar preocupado de que te puedan asaltar y con mucha variedad de cosas para hacer, es la oferta que da Plaza Ñuñoa. Seguridad Ciudadana está constantemente rondando los perímetros de la plaza, lo que logra que casi esté erradicada la delincuencia, que no se vean grupos de personas bebiendo cerveza o fumando marihuana en ella, lo que hace que no se vean mendigos molestando a los clientes de los locales ubicados en este lugar.


Dentro de los pubs y restaurantes típicos de Plaza Ñuñoa nos encontramos con locales como La Taverna della Piazza, el Café Las Lanzas o La Fuente Suiza. Este último lugar es conocido por sus sándwiches acompañados siempre de una buena cerveza y es precisamente aquí donde te encuentras con Nicolás. En la entrada de la Fuente Suiza, un hombre de unos 30 años, que viste con harapos y desaseado mira a través de las ventanas como gente disfruta de un churrasco mientras él espera por una limosna que le permita comer. De buen hablar y muy sociable cuenta que no ha comido en todo el día y que aloja en el Hogar de Cristo. “Estoy todos los días aquí, porque en la plaza me echan”, comenta y agrega que la gente de Seguridad Ciudadana y Carabineros no los dejan pedir tranquilos.

“Vivir cerca de plaza Ñuñoa es demasiado agradable, tienes donde salir a comer, a tomar algo y eventos culturales. Aparte está todo cerca, supermercados, centros de salud y colegios”, comenta Priscila Gamboa, mujer de 33 años, soltera y amante de la diversidad de actividades que encuentra a pasos de su casa. “Principalmente asisten a estos lugares gente como uno, adultos jóvenes, profesionales, gente piola que quiere pasar el rato en un lugar agradable con buena música y que se puede conversar”, dice Priscila y agrega que lo único que le preocupa es como va a quedar un estacionamiento que están construyendo en la parte norte de la plaza, cerca de la Municipalidad.

Al ser un lugar tan concurrido, uno de los mayores problemas que tenía Plaza Ñuñoa era la escasez de estacionamientos y que estos fueran seguros, es por esto que la municipalidad decidió construir un estacionamiento subterráneo. Este proyecto ha generado más de algún problema. Si bien es una iniciativa que promete acabar con un gran problema que tenía la plaza, también va a cambiar una parte de su entorno, el cual va a pasar de ser un lugar con naturaleza a ser una plaza dura, de cemento, amenazando a parte de la flora y fauna típica del lugar.

Marco Tobar es un operador de Parquímetros S.A. el cual trabaja en Plaza Ñuñoa en el horario nocturno desde 2007. Marco no se siente amenazado con perder su trabajo con la construcción del estacionamiento subterráneo pues esta concesionado por la misma empresa en la cual trabaja, pero destaca que le gustaría quedarse en el lugar, pues es un lugar agradable, donde no tiene problemas con la gente. “No es un lugar flaite, se puede trabajar tranquilo”, comenta Tobar.

Otro aspecto importante de Plaza Ñuñoa y que no puede pasarse en alto son La Batuta, lugar ícono de la música chilena el cual abrió sus puertas en 1989 donde han pasado gran parte de las bandas consagradas del Rock chileno como Los Bunkers, La Ley, Los Tres, entre otros. También está el Teatro UC, el cual siempre tienen en cartelera obras de gran factura.

Plaza Ñuñoa es un lugar que tiene vida durante todo el día, un lugar de encuentros, de historias, de buena gastronomía, un espacio abierto a la cultura, uno de los lugares preferidos por los adultos jóvenes para pasar sus noches en un espacio agradable y también para vivir, una fuente de trabajo, un estilo de vida.

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